lunes, 3 de diciembre de 2012

Desde un viejo praguense





El aire vocalizaba, claro,
generoso ante un violín
que lloraba con la risa
de un corazón embriagado.

Comenzó a cantar el pájaro
buscando protagonismo,
sediento bajaba al río
como fuegos apagados,
artificiales de vida.

Un castillo a lo lejos
suspiraba fantasía
y la princesa del cuento
lloraba desde su esquina.

Unos pasos cautelosos
por mantener encendidas
las luces que quedaban
susurrando realidad.

No pudo abrazar a nadie,
estaba solo con tanto.

Lloraba , como descalzo,
caminaba por el río,
sin pisarlo, sin mojarse,
¡Abrazaba tantas cosas!

La magia le transportaba,
música de en sueño fuiste.

En tu dulce melodía.
En cuerdas de madera triste.

De día sus pies pisaban
al son de lo improvisado,
acompañados de otros
y a la vez tan despoblados.

Ahora lloraban solos,
sollozaban sin reprimir
porque las luces muriendo
le envolvían de sentir.

Dulce ciudad de en sueño,
quién te pudiera comprar
y llevarte a este miedo
que provoca el despertar.

4 comentarios:

  1. Querida Amanda, es tiempo de acumular lecturas y de ir descubriendo qué voces están más cerca de tu sensibilidad. Así que no te debe preocupar tanto escribir poemas como leer poemas. Me permito recomendarte dos auores para estas navidades: Víctor Botas y Joan Margarit. Te encantarán, como a los dos nos encantaron las calles de Praga. Un beso.

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  2. Para es como un sueño, y tú la has interpretado de maravilla.
    Gracias por tu comentario. Has dado en el clavo: ese poema que citas es mi preferido.
    Un beso desde Madrid.

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  3. Gracias José Luis por tus recomendaciones. Tienes toda la razón, es algo que tengo siempre presente: para escribir hay que leer. Y en eso estoy, descubriéndome,a través de la escritura pero sobre todo de la lectura. Un abrazo.

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  4. De nada, Antonio. Para mí es un placer haberte encontrado.
    Un beso desde Madrid.

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