martes, 27 de noviembre de 2012

Y ahora ya eres dueño del puente de Brooklyn

<< ...después de un largo rato sonrió.
En mitad de la sonrisa se quedó dormida...>>
RAYMOND  CHANDLER


Pero también es hora de que cambien por fin estos papeles y la sangre salpique más allá de las páginas.

Como instrumento sirva la palabra; la frase que reviente el descanso feliz, las tazas de té, porque a las cinco en punto de la tarde van demasiado lejos los hechos ocurridos y una agria miseria nos queda detrás de cada sorbo, cada modo distinto de encender un cigarro y decir finalmente la frívola opinión que nos merece el tiempo.

Ya sé que afuera tiembla el mar, y tus ingles esperan que comience el romance interrumpido, pero persiste aún ese paisaje urbano que urge a la violencia, y es hora de que cambien por fin estos papeles y la sangre salpique más allá de los ojos, venciendo en su locura el límite forzado de las páginas.

Luis García Montero

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