lunes, 26 de noviembre de 2012

Luces de noche bohemia,
luces lascivas en talles,
luces nocturnas se filtran
por caminos tan dispares...

Son las luces de su boca
y serán, fulgor constante.

De esas luces sale humo
y aquellas callan distantes
en el camino del tiempo
¡luces hasta que se apaguen!

¿Qué palabras necesitas,
luz, que todo lo sabes?

Luces de cálidas mantas
que no enfrían sin taparse,
luces que envidia la envidia,
que viajan sin equipaje.

Luces por un romancero,
luces por tantos pasares.

En ellas encontró el alma
el más cómodo hospedaje
y baila entre estelas contenta,
estelas y soplos de aire,
que como aceite invisible
candela encienden en mares.

Y los piélagos se pintan grises
como si tras ir de bares
la Luna, borracha, hiciera
pública su obra de arte.

Borracha de vida y pena,
pintó de color los mares
y estos se lo agradecen
con las luces que no yacen.



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