lunes, 26 de noviembre de 2012

CABALLITO DE CARTÓN


Sin poder surcar los mundos
del niño y su caballito,
paso las horas soñando
que puedo escribir un grito,
un canto de poesía,
que eleve mis pies al mito.

Veo la luz que mantiene
mis ojos faltos de sitio,
para saber: sostenidos
no son más que banal oficio.

Que sus pestañas se vuelven
sin querer puro pesar,
para intentar llegar lejos
lejos de esta realidad,
que no es más mentira que otra
que parece más normal,
mentiras de cada día
que no saben de más allá.

Sueños de amor que se pierden
por no saber qué es el mar,
sueños de niños que quieren,
por fin hablar, ser, cantar.

Yo soy niña en mis entrañas,
más niña que cualquier San
que quiera oprimir mi vida
predicando ser capaz,
capaz de existir con prisa
como dicen que será
lo rentable, lo adecuado
para vivir sin pensar.

Que la vida es más que camino
vacío de ni un rosal,
que como él ha cantado
se hace camino al andar,
pero el camino no es simple,
no es tan rutinario o real,
el camino es ser consciente
de qué no es la realidad
Y de que cualquier caballito
corazón a través cabalgará,
embriagado por los sueños,
por la realidad de amar.

Amo a la vida y conozco
que me queda por amar
tantos resquicios de ella
que sin prisa he de alcanzar,
disfrutando de esas flores
que se esconden tras el mar
el cual se muestra infinito,
más siempre tiene final,
un final no tan sencillo
como llegar al final,
perfectamente escondido
entre ruido de canal,
que no es más que el sonido
que ha de incitarte a cantar.

Cantar que hay un caballito
que sabe lo que es vivir,
que ríe al son de aquel niño
que supo qué es existir.

http://www.youtube.com/watch?v=T6J_CRmDLS8

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