martes, 27 de noviembre de 2012


A mi amiga, mi compañera:



Ella es como un soplo,
el aliento, la frescura,
camina y sus pies
se visten con la aventura.

Soñé seguir el camino
que siempre anduvo escondido,
mas ahora toma forma,
un resquicio de sentido.

A pesar de continuar borroso
tras la niebla de la integración,
tras el estribillo, hoy, ahora
aún queda, temblando, canción.

Hoy no son ya sin conciencia,
hoy cobraron vida,
perdieron toda inocencia.
Y a la vez son como niños.

Ella me dio su misterio,
leo en sus ojos la vida,
leo en sus dulces pupilas
todo lo que en mí no leo,
tanto que a veces olvido
pero que como tímidas hadas
saben que en ellos sí creo.

Y más creo aún en ella,
en sus sombreros que soplan,
en sus dos lentes que cantan.

Creo en su piel, su vibrar,
en su escondido suspiro
que le da cobijo al mío
y me enseña que es posible,
que hay sentido en todo esto,

que hay un lugar para ellos...
...para todos nuestros sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario