Cuando las tardes eran noches
y las mañanas se aprovechaban,
los crepúsculos solo un aviso
y noche era solo el cinco.
Los cuentos eran un mundo,
el nuestro, y los dibujos
nosotros mismos,
siempre sedientos de todo.
Siempre queriendo más
sin conformarnos con menos,
llorando sin avergonzarnos
y riendo cual tierna rutina de ensueño.
Pero que corto es el tiempo
de vivir soñando con todo,
de no saber que son sueños
porque entonces tan solo somos.
Me alegra que las vacaciones no te hayan quitado fuerzas y ganas para seguir alimentando el blog con buena poesía...
ResponderEliminarTe dejo mi correo electrónico por si te apetece ponerte en contacto para tu trabajo de la facultad:
joseluismorante@msn.com
Un abrazo y un saludo cordial.
Bonita poesía, para releer y pensar, de esos poemas
ResponderEliminarque te remueven los cimientos.
Un fuerte abrazo.
Gracias, José Luis,
ResponderEliminarpor estar siempre tan atento.
Es una delicia encontrarse
con alguien así.
Un abrazo fuerte.
Paco, siempre es tan
ResponderEliminargratificante leer tus comentarios.
Si he conseguido remover
un poquito los cimientos de alguien
mis letras han cumplido.
Muchísimas gracias.
Soñar, razón de existir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y hacer de los sueños una realidad.
ResponderEliminarBesos.