sábado, 12 de enero de 2013

Duende

Duende que paseas
impasible ante los bosques
y buscas hadas fugaces
si Miedo ves que te acecha.

Duende que cantas tranquilo
cuando nadie te está mirando
y provocas temblores y brisas
de felicidad y amor por la vida.

¡Ay , Duende! tus versos
son tan efímeros e intensos...
¡Ay, Duende! tu abrazo
es mi escudo más preciado.

No te vayas nunca, Duende,
que los años no te puedan,
que con arrugas seas joven
y el temblor sea tu firmeza.

Duende que paseas
adornando los bosques
con los saltos de tus pies,
no te vayas de mi vida,
te lo ruego, quédate.

2 comentarios:

  1. Ese duende nunca te abandona, porque está instalado
    dentro de ti, y como está tan cómodo no tiene ganas
    de irse. Bonita poesía a un personaje que todos
    queremos a nuestro lado.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  2. Lo has captado a la perfección.
    Espero que sea cierto y nunca
    me abandone.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar