martes, 4 de febrero de 2014

Mortis

Pólvora poderosa,
no hay culpables
ni enseñanzas, 
no pide permiso,
no llama.

Ruptura definitiva,
no hay motivos
ni mañanas,
no pide permiso,
no llama.

Canto de sacrificio,
no hay perdones
ni señala,
no pide permiso,
no llama.

No puedo por su justicia
no querer asesinarla
aferrándome a su lógica 
de métrica ensangrentada.

Quiero quererla y no puedo
ni tan siquiera observarla
desleal y traicionera
incoherente y desalmada.

Te llevas en tu capricho
incluso al que apenas mama,
cómo quitarle la vida
si ni la palabra clama. 

No puedo por su justicia
de mi pecho asir la rabia
y con silenciosos versos
querer destrozar tu alma.

Quiero quererte y no puedo,
incoherente y desalmada.

Hay versos que no conoces,
en los que el llover no existe
y las nubes lloran agua.

Quiero quererte y no puedo,
Muerte injusta, Muerte mala.

4 comentarios:

  1. Me alegra mucho que la poesía tenga abierta su casa en tu blog. Un abrazo fuerte y triste; se fue Nacho S. de Tejada; llevamos un tiempo de desapariciones en la cultura española; escribir poemas es dejar que su recuerdo perdure también vivo.

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  2. A mí me alegra que sigas pasando por esa casa. Él es un trocito del poema, una ráfaga de impulso a su existencia.

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