domingo, 7 de abril de 2013

Mr. God:

Deme dos días de descanso,
dos días de vida.

Sin semiótica oxidada,
sin fracasos prematuros,
dos días de calma,
sin carabinas faltas de conciencia,
no promulgue óbitos,
dictamine existencia.

Busque la forma, usted que todo lo puede,
en que la mayor catástrofe sea una inundación floral,
el mayor sufrimiento el exceso de cariño.

Dos días sin más capital que lo humano,
sin más pedir que un beso,
sin indiferencia.

Borre las líneas patriotas y haga con ellas más látex,
tíñanos de gris y estimule una orgía mundial.

Deme dos días en los que el físico más importante
sea el de los latidos,
y la inteligencia emocional la reina del intelecto.

Cambie los documentos de identidad por presentaciones personales,
y haga que el mayor cuerpo de seguridad se halle en una manta.

Dos días en los que el ropaje sin frío
tenga tanto sentido
como la madre sin hijo.

Llévese la codicia, no la necesitamos,
fabrique con ella altruismo hacia y desde el extraño.

Deme dos días de vida para decir que vivimos,

dos días de humanidad para saber que eso somos.

PD: Perderá su autocracia,
pues a estar vivos nos acostumbraremos
...y de amor nadie se sacia.

Atentamente,




6 comentarios:

  1. Se os da dos días, y os queréis luego tomar la vida entera. Conformaos, como hasta ahora, con un instante de sueños.
    Abrazos,

    ResponderEliminar
  2. La vida entera suena bastante bien. Sobre todo la parte de la vida.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. ''PD: Perderá su autocracia,
    pues a estar vivos nos acostumbraremos
    ...y de amor nadie se sacia.''

    Suena demasiado bien.
    Bravo, Amanda.

    Un beso preciosa.

    ResponderEliminar
  4. Por fin apareces por mi escondite,
    qué alegría leerte por aquí.

    Un abrazo muy muy fuerte
    y que los meses que nos quedan
    nos llenemos de muchísimas experiencias
    de esas de las que nadie se sacia.

    ResponderEliminar