miércoles, 17 de abril de 2013

¡Qué no mueran los poetas!


Ráfagas de claves entran
entre los que corren y no andan,
entre los de los “no puedo”,
entre los que se desangran.

El llanto de una guitarra, y huye
la urgencia por alcanzar;
Alcanzando con urgencia
el delirio de amargura.

Colores de la existencia
se precipitan a un área
pequeña como tu pecho,
profunda como tu alma.

Lo cierto se desvanece
en inciertas notas lejanas,
se te derrumban los pasos,
se te aceleran las ganas.

Y llegas borracho de ella
a aquellas cuerdas hermanas,
fuiste el amor en sus manos
y la roseta fue en cada
rincón de tus zarpas vivas
canción de cuna del odio,
esencia de las entrañas.

Qué no mueran los poetas
Que escriben, pintan y cantan;
Que no mueran los que sueñan
Y hacen soñar, con sus armas,
con la calma, en el subsuelo;
con el sentir, en la rambla.

2 comentarios:

  1. Que no mueran nunca por favor, pues sin ellos la vida no sería vida.
    Saludos.

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  2. Hola, Jorge.
    Cuánta razón. Nunca morirán, así que no te preocupes.
    Un saludo.

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