jueves, 14 de marzo de 2013

DICIEMBRE DE PRIMAVERA

Naufragó.

Chapoteó risueña,
luchadora,
mordiendo, descuidada
su propia cola agitada.

Peleó con las mareas,
retó a la Luna de nuevo,
desafió su hermosura,
escondió todo su miedo.

Encendió un fuego que no prendía,
buscó maderas que no veía.

Siguió pataleando.

Y arribó un diciembre claro la primavera,
extasiada comprendió que flotaba,
cesó la pelea, el reto,
sacó a flote el temor, mudado a distinto viento.

Flotó, tranquila, en calma,
la Luna le sonreía,
la marea le acunaba.


Un diciembre claro la primavera
abrió la flor de su juventud eterna.

4 comentarios:

  1. Sugerente esta primavera que flota en algún diciembre, será que los calendarios sobran cuando se quiere abrir la flor.
    Un abrazo

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  2. Me ha gustado el poema, Amanda, está lleno de emotiva complicidad. las palabras rompen las estaciones y dejan en el ánimo el día claro y la estación propicia.
    Un abrazo y fuerza para seguir leyendo, escribiendo y estar llena de vida.

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  3. Los calendarios sobran en muchísimas ocasiones.

    Me alegra volver a verte por aquí, Amando.

    Un beso.

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  4. Siempre valoro tu sinceridad, y me enorgullece, por valorarla tanto, leer este comentario.

    Recojo la fuerza enviada, aunque por suerte reboso fuerza para esas tres cosas.

    Te mando la misma y más.

    Un abrazo fuerte.

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